TikTok pasa del ocio juvenil al espacio para el cambio social

 TikTok pasa del ocio juvenil al espacio para el cambio social

TikTok como espacio para el cambio social, político o cultural. La red social va más allá del entretenimiento para los jóvenes de entre 16 y 25 años, y poco a poco se consolida como plataforma informativa a la hora de combatir las ‘fake news’. Más de 2,7 millones de españoles utiliza esta plataforma una vez al mes. La popularidad se explica gracias a la absoluta libertad creativa de sus usuarios, y esto ha sido aprovechado por varias instituciones y organismos oficiales para ser más accesibles a la juventud. La comunidad médica y científica han adoptado TikTok (y su lenguaje) para hacer divulgación, y al mismo tiempo, desmentir las informaciones falsas que circulan y que, en la mayoría de los casos, son propagadas desde las mismas redes sociales. Para Alexandre López Borrull, profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC, hay que tener en cuenta que difícilmente un ciudadano negacionista convencido dejará de serlo. Pero en cambio, «TikTok sí que puede influir sobre aquel segundo grupo de usuarios susceptibles de propagar mensajes falsos». El objetivo es, explica Ferran Lalueza, director del máster de Social Media de la UOC, «que estos usuarios viralizadores hagan de difusores de informaciones ciertas y con base científica». No obstante, divulgar mensajes científicos a través de esta red social no es trabajo fácil. «Nadie espera encontrar ninguna clase magistral sobre epidemiología allí», apunta Lalueza, que añade: «Hay que respetar el código de la red social y su lenguaje, porque de lo contrario puedes ser percibido como un infiltrado; el reto es ofrecer un contenido divulgativo respetando el código humorístico, creativo y desenfadado de la red social».

Para López Borrull hay ejemplos más exitosos que otros. «Los médicos jóvenes se desenvuelven bien, pero hay otros que no son percibidos como miembros de la comunidad de manera directa porque efectivamente no es nada fácil adoptar los códigos de TikTok sin que parezca forzado, especialmente si el objetivo, nada negligible, es informar más que entretener».

Los expertos vinculan el estallido de esta plataforma en 2020 a dos fenómenos concretos. Por un lado el confinamiento, que implicó una convivencia intergeneracional continuada y hasta entonces inusual; y por otro la rapidez con la que se ha propagado, saltándose cualquier ciclo habitual de las redes sociales.

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