5 motivos importantes por los que no deberías cenar muy tarde
Si ni en el desayuno ni en la comida pudimos ver a la familia, seguro en la cena sí y ya hasta se volvió una bonita costumbre vernos a las 9 de la noche y terminar cenando a las 10 o 10:30. Aparentemente todo está bien, pero en nuestro interior sabemos que esto no está del todo bien, porque sabremos que vamos a pasar por lo menos la próxima hora y media sintiéndonos incómodos al acostarnos, dando de vueltas en la cama o en el peor de los casos con ganas de vomitar.
Todas estas sensaciones, tienen un por qué y probablemente tu intuición estaba en lo correcto: «No debemos cenar tan tarde» Así como lo sientes, así es, porque por algo te sientes incómoda. Y esto nada tiene qué ver con predecir el futuro o leer la mente; más bien es un asunto muy científico que dicta que tu abuelita o madre podrían tener razón, ya que sí es muy importante la hora a la que comes tus últimos alimentos, si es que quieres cuidar tu peso.
Muchos expertos recomiendan que la mejor hora para ingerir los alimentos es entre las 20:00 y las 21:30 horas, pero todo depende del momento en que cada quién nos vamos a dormir y se recomienda que esto sea alrededor de unas 3 horas antes de acostarnos, pues de acuerdo con investigadores de la Universidad de Murcia, lo más saludable es adelantar nuestros horarios una hora e implementar el modelo italiano para hacer esta comida.
Lo creas o no y aunque pienses que «uno debe de comer cuando tiene hambre», la verdad es que la ciencia ha demostrado que cenar a deshora y en grandes cantidades sí puede traernos algunas consecuencias negativas para nuestra salud y por ello deberíamos de evitar hacerlo, así que para que te des una idea de lo que le pasa a tu cuerpo cuando cenas tarde, aquí te traemos algo de lo que podría ocurrir.